Creo que ya más de una vez no me he
podido resistir a mostrar el rostro y gesto de Daniel cuando escucha o ve algo
que le gusta. Esta era su cara ayer por la tarde mientras escuchaba y veía a
través de Youtube el concierto para piano n. 21 K467 de Mozart.
Muchas tardes Daniel se empeña en oír una vez y otra lo que
él llama “hipo”. También lo conté una vez: “hipo” es la Danza Hungara n. 5 de
Brahms, utilizada como motivo en un capítulo de la serie animada Little
Einsteins. A raíz de ella, hace ya mucho tiempo, Daniel se quedó enganchado a
esta Danza, y desde entonces yo creo que no hay día que no la escuche, algunos muchas
veces. Ayer fuimos buscando versiones distintas de la quinta danza húngara: la
desplegada como música narrativa en el cuento de Los Tres Cerditos (fantasías
animadas de Disney), piano y violín en modo medio jazz, un ejercicio de percusión
sonora corporal ejercitado sobre la música de la danza, en fin… Pero le dije a Daniel que ese empeño suyo
habitual en volver una y otra vez sobre algo que le gusta está muy bien, aunque
hasta cierto punto y con límites. Y que iríamos escuchando el “hipo”, pero
también veríamos y escucharíamos otras cosas. Una de ellas fue ese concierto
mozartiano, otra la propia biografía resumida de Mozart, y otra el cuento de
Simbad el Marino.
Para Daniel el sentido del oído
es muy importante. Cuando empezó a escuchar la voz monocorde y como desde lejos
que narraba en Youtube el cuento de Simbad el Marino, me dijo que “no”. O sea
que no quería escucharlo, que no le gustaba. Era una forma muy aburrida de
contar. Así que quité el sonido de la pantalla y empecé a leer yo misma lo
textos que aparecían en cada una de las pantallas-ilustración del cuento:
vocalizando bien, intentando entonar mucho, diferenciando las voces de los
personajes… Daniel comenzó a reír, a entusiasmarse con el relato y a seguirlo
punto por punto. Era la misma historia. Pero no era la misma historia. Era una
historia con relieve y colores, con profundidad y suspense: todo gracias a la
voz. La voz, ese universo.
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